Johan Eliasch, magnate sueco, estaba “harto de ver a los políticos
hablar y no hacer nada”. Entonces se fue a Brasil y adquirió una parcela de
selva amázonica de 200 mil hectareas, con la intención de protegerla. Al igual
que Eliasch, otros magnates decepcionados por las políticas medioambientales
públicas han decidido intervenir privadamente en defensa del planeta comprando
tierra. Su ejemplo está despertando un vivo debate, con aplausos y duras
críticas procedentes sobre todo de las comunidades locales afectadas.....Seguir Leyendo
miércoles, 27 de mayo de 2015
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